Llegas a este mundo y en el transcurso de tu vida te prepara
para sobrevivir a todos los retos que te encuentra en el camino y para surgir y
destacar de entre los demás, pero tienes dudas, te lamentas de tus acciones,
lloras por tus fracasos, y te bloqueas tan negativamente que te queda paralizado
en el limbo de la incertidumbre y en los brazos del fracaso. Pero no todo está
perdido, hay una solución a tantas oscuras inconveniencias y te la voy a
enseñar:
Antes que nada debes agradecer por todo, es exactamente lo
contrario a quejarte, recuerda que hay gente en el mundo con problemas mucho
peores, tu vive y tiene la oportunidad de una segunda, tercera, cuarta,… oportunidad,
siempre que caiga, levántate y vuelve a intentarlo, así no más.
Lo que tenga que hacer hazlo sin dudarlo y sin espera, aliméntate
cuando tenga hambre, bebe cuando tenga sed, trabaja por tus metas, disfruta tu
tiempo libre, grita si quiere gritar, o calla si quiere callar, lo importante
es que haga lo que quiere hacer.
Quejarse es perder el tiempo y dar más leña al fuego,
además, las quejas agregan un ladrillo más al muro del pesimismo y a la final
quedamos atrapado sin salida. Busca soluciones, existen múltiples opciones para
seguir adelante con lo que en verdad queremos de la vida.
Las preocupaciones alimentan nuestra angustia y no nos dejan
dormir, si no puede evitar el insomnio levántate de la cama y busca algo que
hacer o en que entretenerte, arregla algo que tenga pendiente, plancha tu ropa,
asea un poco,… has algo, pero con ganas, amor y optimismo. Si te queda postrado
en la cama lo único que logrará es tener pensamientos negativos y la meta de
esos pensamientos es más angustias y más pesimismo.
Despreocúpate por lo que sucede en el mundo, ocúpate de ti y
tus cosas, tus sueños, tus metas, tu familia, tu cuerpo, tu alma,… de lo demás
que se ocupen los que están contratado para ello, de la política los políticos,
del mundo los gobiernos.
Nunca desaproveche lo que te den, recuerda que no todo es
fácil en este planeta y hay que aprovechar cualquier oportunidad y regalo que
nos da el destino, pero jamás tome por la fuerza lo que no te pertenece, ni
siquiera como “prestado”, eso no le gusta ni a ti ni a nadie.
Evita la envidia, si quiere surgir en algo, trabaja, no te
enfades por el éxito de los demás, lucha por lo tuyo y hazlo con ánimo,
perseverancia y ganas. Quien tiene algo es porque se lo ganó con el sudor de su
frente, envidiar a quien triunfa es de perdedores ¿acaso eres uno de ellos?.
Ten cuidado de la lengua de tu vecino, aléjate de las
cizañas, el único fin de un cizañero es rebajarte a su mundo. Aléjate del conflictivo
y del peleador, ellos también te pueden rebajar a su nivel y si lo logran tu
pierde y ellos ganan. En el mundo hay muchas personas malas y así como tu no
debe envidiar, jamás permita que el envidioso te envuelva a ti en su tela de
araña. Aléjate de ese tipo de personas, evita que te seduzcan personas de mentes
retorcidas o de ideas negativas y fuera de la realidad.
Aprende a conocer a las personas, observa sus gestos,
estudia sus intenciones, sus actitudes y sus ideas de las cosas, cuídate de los
mal intencionados y evita bajar a sus niveles. Debes aprender a escuchar y observar
para poder comprender en que ambiente
estás parado. Evita los rumores, nunca supongas nada, primero asegúrate, luego confirmalo.
Se asertivo siempre, escucha a tus amigos y familia.
No seas ni humilde ni arrogante.
Se orgulloso pero jamás explotes de prepotencia.
Atrévete pero sin imprudencia.
No te lamentes, trabaja y tendrás. La felicidad no es
proporcional a la riqueza material, por el contrario, la riqueza material nunca
te librará de la tristeza.
Jamás temas por nada, incluso, ni por la muerte. La muerte
es algo tan natural como dormir, amar, pensar…, preocúpate mejor por tu salud,
por ser feliz, por tus sueños y por los tuyos.
Venimos a este mundo a vivir, alimentarnos, amarnos,
reproducirnos y morir, lo demás son solo detalles.