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---------El peor obtáculo es el miedo-----------

sábado, 27 de abril de 2013

AUTOESTIMA VERSUS EGO


Muchos piensan que la autoestima y el ego son dos cosas iguales, asegurarían que tanto uno como el otro están relacionados, eso no es verdad.
La autoestima es el respeto, amor y consideración que se tiene uno a si mismo. Es cuidar su integridad física y/o emocional, exigir respeto hacia uno y estar siempre optimista ante cualquier circunstancia, es quererse y aceptarse tal cual se es.
El ego sin embargo,  es creerse dueño de todo y de todos, es hacer girar todo alrededor de si mismo, es enamorarse de su propio ser y lo más importante para el egocéntrico es, no compartir bienes con nadie…, todo lo que posee es de el y nadie más puede disfrutarlo.
 Con autoestima somos capaces de decir no sin miedo y sin esperar aprobación o desaprobación de los demás, no nos afecta la opinión destructiva de la gente, y enfrentamos las cosas con amor y fe.
El egoísta es incapaz de decir “no” por temor al “que dirán” y porque para el es muy importante la aprobación de las personas a su alrededor.
Ser egoísta en extremo te convierte en narcisista, igualmente, el exceso de autoestima te puede hacer orgulloso, llevarte a la soberbia y finalmente al egocentrismo.
El ego se apodera de sus victimas al grado de bloquear sus ánimos, deseos  y decisiones, una persona puede amar por ejemplo a alguien, pero el ego lo cohíbe haciéndole la mala jugada y además pasa a ser visto en muchas ocasiones como una persona muy tímida. El mismo ego es el que te bloquea la voluntad de seguir una dieta, conseguir un empleo, asistir a una reunión, bailar una canción, (…), haciéndote quedar mal contigo mismo y con los demás. El ego te hace pesimista, mártir y apocado, sin embargo, la autoestima te hace social, alegre, próspero y líder de tus acciones.
El ego te obliga a comer como una bestia luego te reclama, te quita tus sueños y metas luego te hace sentir culpable.
La autoestima te pone objetivos y te ayuda a resolverlos uno a uno y cuando hayas alcanzado todos esos objetivos te convence de que aún hay más por lo que luchar y con buen ánimo sigues tus luchas alcanzando una y otra vez más cada sueño.

sábado, 13 de abril de 2013

ABRIENDO PUERTAS SIN MIEDO


 En una tierra en guerra había un rey que causaba espanto: A sus prisioneros, no los mataba, los llevaba a una sala donde había un grupo de arqueros de un lado y una puerta inmensa de hierro del otro, sobre la cual se veían grabadas figuras de calaveras cubiertas de sangre.
 En esta sala les hacía formar un círculo y les decía:

– Ustedes pueden elegir entre morir a flechazos por mis arqueros o pasar por aquella puerta... detrás de esa puerta YO LOS ESTARÉ ESPERANDO.........
 Todos elegían ser muertos por los arqueros.
 Al terminar la guerra, un soldado que por mucho tiempo había servido al rey, se dirigió al soberano:
– Señor ¿puedo hacerle una pregunta?
– Dime, soldado
– Señor, ¿qué había detrás de la puerta?
 El rey contestó:
– Vé y mira tú mismo.
 El soldado abrió temerosamente la puerta, y a medida que lo hacía rayos de sol entraron y la luz invadió el ambiente. Finalmente, sorprendido, descubrió que... la puerta se abría sobre un camino que conducía a la LIBERTAD!!!
 El soldado, embelesado, miró a su rey, quien le dijo:
– Yo les daba la oportunidad de hacer una ELECCIÓN, pero por temor preferían morir a arriesgarse a abrir esa puerta!!
 ¿Cuántas puertas dejamos de abrir por miedo a arriesgar? ¿Cuántas veces perdemos la libertad y morimos por dentro sólo por miedo de abrir la puerta de nuestros sueños?
 
 DESCONOCIDO

domingo, 7 de abril de 2013

 
LA MUJER Y EL LEÓN
 
 Se decía que en una aldea en Etiopía, un hombre y una mujer, viudos, aunque jóvenes, deciden formar juntos una nueva familia. Pero hay un problema, el hombre tiene un hijo de corta edad, que no ha superado aún la muerte de su madre. Ésta le prepara los platos especiales, le confecciona bonitas prendas y se comporta, siempre amablemente con él, pero el niño, ni siquiera le dirige la palabra.
 La mujer acude al hechicero:

-¿Qué puedo hacer para que mi hijo me acepte como madre ?-
 -Me has de traer tres pelos del bigote de un león - le dice el sabio a la mujer.
 La mujer se va preocupada, preguntándose cómo le podía sacar tres pelos a un león sin ser devorada, pero decide intentarlo por el bien de su familia.
 Cuando al fin encuentra al león, guarda una distancia prudencial, temerosa de acercarse. Permanece largo rato observándonlo de lejos.
 La espera se hace interminable hasta que la mujer decide ofrecerle comida. Después de acercarse un poco más le deja un pedazo de carne y se aleja. Y cada día hace lo mismo.
 Poco a poco, el león se acostumbra a la presencia de la mujer, hasta que ésta pasa a formar parte de su vida. Un día, cuando el león está dormido le arranca tres pelos del bigote sin problemas.
 Pero antes de llevarle los pelos al hechicero comprende que su problema está resuelto:
 HA HALLADO EL VALOR DE LA PACIENCIA.
 Como el león, debe acercarse al niño poco a poco, esperando fielmente, respetando su actitud y su territorio... hasta conquistar su corazón con su paciencia.
 
 DESCONOCIDO