Bienvenidos

---------El peor obtáculo es el miedo-----------

martes, 30 de noviembre de 2010

Reglas para ser espontaneo:

• Seguir la corriente. Si a un amigo le gusta ser disk jockey, acéptalo como tal. Evita las criticas destructivas, se asertivo y empático con tu compañero de juego, mantén siempre el buen humor, trata de sacarle siempre una sonrisa pero evita ser payaso.
• Trabaja en equipo. No hay nada más aburrido que ser presumido. Nunca trate de ser el sabiondo del grupo, recibe consejos y analízalos cortés y positivamente. Da tu punto de vista sin ser grosero y sin desagradar, comparte ideas, se abierto y en ocasiones extrovertido pero sin caer en la zona del acaparador. Un trabajo en equipo es siempre bienvenido.
• Improvisa. Evita aprender algo al caletre para agradar. La práctica de la improvisación es lo que permite a un orador sonar más fresco, organizado y espontáneo. Párate frente a un espejo y habla contigo mismo sobre cualquier tema, se abierto y sincero, tu conversación debe ser amena, divertida y fluida. Hazte preguntas y coméntate las respuestas. Habla en tono audible, agradable, ni alto, ni bajo, con timbre normal y pausadamente (sin prisa), sonríe mientras habla y que tus gestos estén de acuerdo a lo que manifiestas.
• Con la Autoestima te evalúas personalmente, y de tu autovaloración logras la mayoría de tus actitudes. El fracaso no es malo en sí, pero cuando uno fracasa tiende a pensar que uno es inútil, esto suele desalentar a uno bloqueando el esfuerzo. Evita en todo momento pensar en dejar que otros tengan éxito, primero estás tú, luego tu y por último están los demás.
• Usa la imaginación. Puedes estimularte con la práctica insistente. Un ejercicio para imaginar cosas es ver una situación y decir en voz alta: “¿Qué pasaría en caso de…?”. Procura llenar tu mente con ideas interesantes. Mejor si puedes escribirlas o dibujarlas.
• La persona espontánea hace las cosas primero, es decir, toma la iniciativa. Si quiere reír, ríe, si quiere soñar, sueña, y no se avergüenza de sus buenos sentimientos.
Bueno, espero que estos consejos les sean de gran ayuda, pueden también visitar mi foro y registrarse para conocer más de las ciencias humanas aplicadas a la autoayuda.

Saludos…
El_Gapppo

martes, 9 de noviembre de 2010


Las personas que dicen o demuestran su odio irracional ante el mundo, ante los que triunfan, ante la gente de buena voluntad son generalmente personas tacañas, perdedoras, desmotivadas, cerradas, ególatras, introvertidas, sienten que están fuera de época y lugar equivocado y/o diferente. Generalmente son necias y aferrados a ideas propias y a pensamientos de muerte. Le da lo mismo si el mundo avanza o se acaba. Son fanáticos de sus pensamientos. No aceptan las idioteces, la mala música, lo convencional, las creencias, las conductas arquetípicas, los protocolos, sean normales o no, sean reales o no, sean lógicos o no. También son muy negativos y mal humorados, demuestran antipatía ante la amabilidad y se alteran fácilmente cuando alguien trata de colocarlos en sus cabales. Ellos creen que el mundo está mal, que el mundo lo odia y jamás admiten que están mal psicológicamente.


Cuando una persona presenta este cuadro tan amargo es porque está pasando por un estado de ansiedad bastante delicado, tal vez por algún trauma recibido en carne propia (muerte de un ser querido, separación, etc.) o por que su crianza fue o es muy tormentosa, también el motivo puede ser de origen social (estafas, robos, discriminación, etc.).


Los jóvenes de pandillas que son otro ejemplo evidente de este síndrome, se sienten incomprendidos, faltos de amor y afecto, por lo tanto devuelven lo que supuestamente han recibido, (odio, desprecio y autodestrucción) No olvidemos nunca que este síndrome del odio es solamente el resultado de un origen insatisfecho, de una sociedad injusta, faltos y carentes de afecto y seguridad, donde el fin justifica los medios a través de políticas obsoletas y depravadas, donde impera el egoísmo desmedido y el principio de capital para pocos, apoyados en el enriquecimiento ilícito, para unos pocos y la pobreza generalizada para muchos, estas actitudes vividas a través de la historia de la humanidad, ha generado este síndrome de odio y otros más que solamente hacen víctima a la misma humanidad, ejemplo de esto son las guerras y las luchas entre los pueblos, países e imperios.